Apariencia de normalidad
Una de las características fundamentales del maltrato psicológico es la apariencia de normalidad. Las conductas son a veces tan sutiles que son difíciles de diferenciar para cualquier persona externa a la pareja. La víctima muchas veces no sabe muy bien lo que pasa: porqué su pareja está irritable con él/ella, le insulta, ridiculiza, mira mal… En ocasiones hasta se siente culpable. El agresor psicológico normalmente es un gran manipulador que suele presentar las situaciones de tal forma que hace muy difícil que sean detectadas. Muchas veces tiene una gran imagen de cara al exterior, por lo que se hace más difícil todavía pensar en que pueda existir un problema de este tipo.
Uno de los miembros de la pareja es el dominador
Uno domina, el otro es el dominado. El maltrato físico se presenta en ocasiones puntuales; sin embargo el psicológico es constante…, de tal forma que en muchas ocasiones la víctima está completa y continuamente sometida al dominador. Se establece una relación de poder en el que el fin último es controlar al otro para que se haga totalmente dependiente. A tal fin esta violencia no cesa nunca, agravando las consecuencias en la mayoría de los casos.
El poder es muy atractivo
Las conductas de maltrato psicológico se llevan a cabo porque tienen un beneficio para las personas que lo practican. Se sienten importantes o superiores respecto al otro y consiguen siempre lo que quieren: Favores sexuales, no realizar determinadas tareas, imponer su voluntad…
El aislamiento: La estrella del maltrato psicológico
Aislar al otro miembro de la pareja casi siempre es el inicio de una relación de maltrato, y favorece el mantenimiento del mismo. Además impide que la víctima pueda pedir ayuda. De esta manera el maltratador controla al otro: con quién habla, de qué manera se relaciona etc… El aislamiento aparta al otro miembro de su propia familia, las amistades y de todo vinculo con el exterior. Muchas veces es de forma tan sutil que hasta parece razonable. “Tu familia no me traga”, “tus amigas son unas interesadas”….. A veces impidiendo que esa persona trabaje. Generalmente el agresor comienza criticando a sus familiares o amigos para incluso conseguir que sea su propia pareja la que se auto-aísle para evitar problemas. Si así no se consigue, entonces es mucho más contundente diciendo a la víctima que por su bien va ayudarle a alejarse de esas personas que no le convienen (aunque sean sus propios familiares). Esto favorece la dependencia con el maltratador, que se convierte en la única persona capaz de influenciar y controlar su vida.
Otras conductas de maltrato psicológico
- Intimidación: Miradas, tonos de voz desagradables, insultos, destrucción de objetos del otro, portazos, gritos, irritabilidad, cambios bruscos emocionales…
- Amenazas de: Abandonar al otro, hacer daño a los hijos, suicidarse
- Abuso emocional: Critica despiadada y constante infravalorando al otro; meterse con su físico, su inteligencia, cultura, ridiculizar, humillar, hacerle sentirse culpable, tomar decisiones que afectan a ambos sin consultar, indiferencia ante el afecto, mentir repetidamente, despreciar, descalificar, imponerse, control estricto del dinero…
Los celos no pueden ser un atenuante
Muchas conductas de maltrato parecen explicarse y amortiguarse con los celos. “Todo lo que hago es porque te quiero”. Casi siempre estos aparecen asociados a conductas de maltrato, ya sea físico o psicológico. En ocasiones no es el miedo a ‘los cuernos’ lo que está detrás de los celos, sino la posibilidad de perder el control y el poder sobre el otro.
Uno de los derechos fundamentales de las personas es la libertad a elegir cómo quieren vivir su vida. Cuando ésta es controlada por otra persona, por muy sutil que sea la manera, es maltrato psicológico con unas secuelas mentales que superan de lejos al maltrato físico.
(Artículo sacado de www.elplural.com)
1 comentarios:
Yo estoy terminando una relación de 3 años de maltrato psicológico , y de hecho me voy 3 meses fuera para desligarme de él. Siempre supe que no me convenía pero ahí estaba yo, con los pequeños momentos de felicidad me aferraba a él. Nunca le importaron mis necesidades, sólo las de él, el podía hacer lo que quisiera pero si yo hacía lo mismo "no era lo mismo", controlaba mi dinero, me amenazó con echarme de casa, me dijo que yo no tenía nada bueno, etc etc. Me aislé de la gente porque no tenía nada que contarles más que la mierda que me sucedía todos los días.
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